El Poder del FĂștbol
- Juan David Ariza
- 4 ago 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 sept 2020
FundaciĂłn FĂștbol PazĂfico, Tumaco, Colombia
Este blog estå escrito por nuestro escritor invitado, Juan David Ariza. Juan es el fundador de Segundo, una plataforma para emprendedores donde se busca inspirarlos a través de historias, consejos y herramientas con el fin de romper con la procrastinación y poder tomar acción. Segundo y Quåntica se han unido gracias a su mismo propósito de compartir historias de cambio positivas, de gente inspiradora y berraca determinada a cultivar sus pasiones y a hacer un cambio en el mundo.
Tumaco, la perla del PacĂfico, un territorio dĂłnde la violencia y la delincuencia se han tomado las calles y las mentes de cientos de personas haciĂ©ndoles creer que el pueblo estĂĄ sumergido a vivir bajo esos estĂĄndares. Una mentalidad de desesperanza que se esparce como una pandemia y que se entromete en los pensamientos recurrentes de las personas. Y es que, si nos enfocamos en cifras, el panorama es desalentador. Se cree que de Tumaco se saca el 80% de la pasta de coca del paĂs y como si fuera poco, se encuentra en el top 10 de Ăndice de homicidios en el mundo. Sin embargo, detrĂĄs de estas noticias crueles y desalentadoras y en medio de este ambiente tenso, Tumaco ha criado a algunos de los mejores jugadores de fĂștbol del paĂs. Este pueblo es la cuna de jugadores que se han destacado a nivel nacional e internacional, un lugar donde a pesar del pesimismo se le encuentra sabor a la vida.
Esta historia empieza con una pasiĂłn, el fĂștbol. Se querĂa crear un proyecto de grado en el sitio mĂĄs peligroso de Colombia. Una idea que muchos decretarĂan como ilĂłgica, pero tenĂa un propĂłsito mĂĄgico y querĂa impulsar la vida de cientos de niños. DetrĂĄs de esa falta de oportunidades, habĂa la oportunidad de cambiar esa mentalidad de desesperanza y crear el hĂĄbito de la esperanza. Y es que Pedro tenĂa algo muy claro, todo este cambio se iba a lograr si se creaba un programa basado en un valor fundamental, la disciplina. Como bien lo dice esta frase: âEl deporte puede crear esperanza donde alguna vez hubo desesperanza.â
Fue asĂ como la pasiĂłn y la acciĂłn hicieron que Pedro Michelsen creara la FundaciĂłn FĂștbol PazĂfico y de esta manera empezara a cambiar la vida de cientos de jĂłvenes, y lo mĂĄs importante, les empezara a dar esperanza. Para crear un cambio en la sociedad, Pedro sabĂa que debĂa impulsar el deporte, pero indudablemente debĂa venir acompañado de la educaciĂłn. Un cambio cultural se creerĂa si el motor de cambio era la uniĂłn del deporte y la educaciĂłn. Las cifras muestran bien que 1 de cada 10 jĂłvenes entre los 9 y 17 años se gradĂșa en Tumaco. Una cifra muy baja y que se contrapone frente al trabajo realizado por la FundaciĂłn a travĂ©s de la cual el 83% de los niños se gradĂșan del colegio.

Vale la pena recalcar y ahondar en los pilares esenciales que marcan la diferencia en FĂștbol PazĂfico y hacen que sea un gran desviador positivo:
La combinaciĂłn de 3 elementos fundamentales como: El fĂștbol que es el deporte que le habla a los jĂłvenes en el lenguaje que ellos entienden. La educaciĂłn que es la base para cualquier sociedad. Los modelos a seguir positivos, cuando un joven tiene un Ădolo solo piensan en ser como Ă©l. Si se logra que ese Ădolo sea un deportista, estudioso, se logran transformar miles de vida.
Enseñar a pescar y no regalar pescado: Es importante no caer en el asistencialismo y regalarle todo a los niños. La idea es brindarles a los niños las herramientas que los empoderen y les permitan cumplir sus sueños. Cuando uno vive de lo regalado, va con una mentalidad inferior a conseguir muy poco.
Trabajar con la comunidad: Son 30 personas las que estån vinculadas a este proyecto y de los cuales 25 son tumaqueños. Esto les permite ser un proyecto que nace de la comunidad. Esto primero crea un sentido de pertenencia y segundo se ve como algo que no es extranjero sino algo que surgió dentro de Tumaco, lo cual apoya el trabajo en equipo y el liderazgo.
En esta vida siempre podremos encontrar razones para estar desesperanzados. Sin embargo, el hĂĄbito de la esperanza puede ser el motor mĂĄs grande de cambio que podemos encontrar en el mundo. Este hĂĄbito se puede cultivar dĂa a dĂa pero hay que ser capaz de dejar de pensar en nuestros âproblemasâ para enfocarnos en las soluciones. Agradezca lo que tiene, aprenda a pescar y cultive la esperanza que le permita creer que algĂșn dĂa pescara todo el cardumen.
IG de Segundo: @segundo_co